Una Hazaña de Jóvenes Briosos.
Relato de un participante sobre la protesta en Santiago.
Por Alejandro del Mar
Relacionador Público de La Multitud en Santiago
6 de Junio de 2009
Una protesta pacífica, magnífica, llena de energía y bríos, donde nunca nos rendimos. Donde la fuerza fue la unión y la Unión la fuerza, de uno en uno, de dos en dos, hasta ser muchos, nos mantuvimos en pie al ritmo de percusiones y cantos, hasta lo último.
Empezando en el Huacalito, desde las 3.00 PM, iniciamos de la mejor manera en que se puede empezar algo de valor y coraje y que nos recuerda libertad, y aunque nos quede poca, esta vivo y ardiente el deseo de rescatar dicha pérdida. Dimos inicio con el Himno Nacional, entonados por todos, y a capela. Luego instamos al público a hablar cuando lo siéntese, a la vez que informábamos las causas y razones de nuestra real y actual dependencia de los recursos de los Haitises, y el peligroso presente y futuro contra el que atentamos, si permitimos dejar acercar una cementera a los Haitises. Como pulmón del Caribe, representa el aire y el agua de millones de habitantes, incluyendo a todo el que visita la isla o que viva cerca de ella. De cuántas cosas le negaríamos dejar de disfrutar a los que ya empiezan a vivir después de hoy, en tal caso.
Con la puntual asistencia y presencia de nuestra “querida” policía nacional, que nos quiso imponer el temor de salir de un área pública, con razones “fofas”, mantuvimos siempre el espíritu vivo, con cantos y ritmos sin abandonar el lugar, aunque siempre hubo algunos que estuvieron afuera mostrando a los que pasaban sus pancartas.
Además llegaron invitados y expertos en materia, como miembros de la SOECI (Sociedad Ecológica del Cibao), que apoyaron y hablaron con informes y con corazones en manos, aún en más profundidad y extendiendo a otras latitudes, el tema en cuestión.
Luego el arte sirvió de canal y como el mejor lenguaje universal que es, mediante un performance, dramatizado por el equipo de las artes escénicas del Teatro Estudio de la 37 Por las Tablas, de María Eligia Grullón; el cual sin un lenguaje hablado, hizo tributo en forma de sátira, a los personajes y figuras en cuestión que vivimos esta incómoda situación; LOS HAITISES (SUS MANOS AMARRADAS DETRAS), EL PUEBLO (BOCA AMARRADA), EL GOBIERNO (OIDOS TAPADOS), LA JUSTICIA (OJOS VENDADOS Y ABRIENDO DE VEZ EN CUANDO PARA VER LO QUE PASA), y LA CEMENTERA (DISFRUTA DE TOTAL LIBERTAD). Este mensaje fue bien digerido por los asistentes entre risas y emociones reflejadas.
Esto podrá ser apreciado mediante un audiovisual que se transmitirá por diferentes medios entre ellos “YouTube”.
También dio presencia la poesía viva, que le fue dada lectura, con clamor y bien acogida. Luego por un fallo del sonido, y problemas técnicos de la planta eléctrica, no se pudo apreciar las canciones de los músicos que mostraban su apoyo y que pensaban dispersar, entre ellas, una canción que se hizo en honor a los Haitises. Aún así, no se perdió el ánimo ni la energía, y dando las 5.00 PM en el reloj, salimos del recinto de donde estábamos para seguir la concentración al boulevard de la Estrella Sadhalá con Juan Pablo Duarte, donde las personas en su mayoría se identificaban haciendo ademanes y tocando sus bocinas en muestras de apoyo.
Así que seguimos pacíficamente, pero con mucho mas apogeo, ya que el ánimo recibido de las miles de personas que estaban cruzando en esa intersección a esa hora, era alentador. Cuando ya llegábamos al final de la hora establecida para terminar, próximo a las 7.00 PM, y cuando ya pensábamos que casi todo iba a acabar, cansados, pero sin desistir en un solo segundo, nos llega una alarma de que Jaime David estaba en el Centro León, y sin incentivar a nadie, todos decidimos arrancar para allá, algunos a pie, y otros en los carros que habían, para decirle en la cara con lo que no estamos de acuerdo, reafirmarle lo que es patrimonio de todas/os.
Y cuando llegamos, alrededor de un grupo de 45 personas, mayormente todos jóvenes, precisamente en ese instante, comenzaba a salir el público presente en la actividad que allí tenía efecto.
Todos se quedaron frisados, de manera muy especial Jaime David. Desde adentro, observando cómo cantábamos eslóganes en contra de la cementera, y de su cartera, paralizados trataban de asimilar todo el contenido que estaba escrito en las pancartas, y que levantábamos desde afuera, hasta la altura más elevada que se lograba alcanzar por nuestros cansados brazos sin alguna intención de querer rendirse.
En adición a nuestra sorpresa, nos impactó el hecho de que las personas que salían de actividad en la que participaba el Señor Secretario de Medio Ambiente, nos saludaban con simpatía desde sus autos y hacían gestos en muestras de su apoyo y consentimiento...
Hasta que nos vimos FRENTE A FRENTE con el Secretario, cuando salía en su jeepeta de lujo. Un amigo me arrancó la pancarta que sostenía y que rezaba “LOS HAITISES SON PATRIMONIO DE TODOS, NO QUEREMOS CEMENTO CERCA DE ELLOS” la cual pensaba restregársela mientras más se acercara a la puerta. Y al ya no tener nada en las manos, ya que tenía mi boca esbozada con un paño verde como muestra de protesta, me tiré de rodillas y me hinqué, tocando el suelo de cemento y luego dirigiéndole mi vista hacia sus ojos.
Sólo nos separaba el cristal delantero... Hasta que me correspondió, con unos ojos que escondían falta de decisión y cierta cobardía, hasta alocar la mirada y seguir su camino.
Mientras todos y todas seguían cantando al compás de los tambores, percusiones, cencerros y palos. En la misma hilera de invitados de tal evento, salieron luego la prensa de CDN, a la cual también repudiamos con eslóganes, y ellos tan cobardes ni siquiera se atrevieron a mirar; quién sabe si por ser víctimas más de este engranaje, o por arrogancia.
Pero cuando ya pensábamos que todo iba a acabar, alguien más con otra alarma de combate, nos informa que el Sr. Secretario está en una exposición de la tienda de Prodacom, en honor a Oscar Cañizares, y solo me restó decir: “…pero que burla, él se debe estar revolcando en su tumba al saber de esta ironía…". Pero alguien me dijo, “…dejemos esto hasta aquí…” Y entonces pregunté, si el grupo deseaba ir y a coro gritaron: “…vámonos, hay que honrar a Cañizares, manteniendo la protesta en alto, frente a los traidores…” Así que, con ayuda de algunos empujones (“bolas”), de personas que aun restaban por salir de la actividad, llegamos al sitio, donde nos enteramos que la información era incorrecta; la actividad era cierta, pero el Sr. Secretario se encontraba en una exposición, del Hotel Gran Admirante, actividad organizada por Ecoturismo.
Esperamos que llegaran todos, para entonces tomar una decisión. Ya era de noche, alrededor de las 8.00 PM, pero aún sobraban fuerzas tan gigantescas entre todos, que erizaban mi piel, de presenciar aquello. Cuando volví a preguntar; aunque sabía que todos estábamos dispuesto a dar hasta el máximo para esta causa de los Haitises del Este, también entendía que habíamos dejado muchas cosas claras en ese día ya, por citar solo una, “QUE LA CEMENTERA NO VA”. Entonces fue que pregunté que si querían que nos fuéramos al Hotel Gran Admirante, que se encontraba a algunos 250 metros desde allí, y solo escuché un “vámonos” y emprendimos la marcha, algunos a pie, otros en carros, hasta llegar y levantar nuestras pancartas desde afuera del salón de convecciones de dicho hotel.
Mientras, todos miraban extrañados y otros que salían mostraban cariñosamente su opinión y su respaldo a nuestra causa, hasta que fuimos informados de que él ya se había ido, entonces solo así descansamos y sentados afuera, hablábamos con los invitados que salían y que nos animaban a seguir, con esa misma fuerza, hasta lograr el irrenunciable y firme objetivo.
Ahí entonces, con un grupo final de algunos 30 jóvenes, que casi ni se conocían entre si, algunos de la organización “LA MULTITUD”, establecimos contactos e inmediata comunicación y compromiso, para darle seguimiento, ahora en mayor masa, a lo que definidamente va a detener el veneno letal de la cementera, al lado de los Haitises, Patrimonio Natural y Universal de todos, y que están ubicados en la isla de Santo Domingo, pero pertenecen al mundo.
Santiago de los Caballeros, Rep. Dom.
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