Por: Claudia Fortuna

El Despacho de la primera dama ha lanzado una novedosa campaña titulada “BIEN POR TI”, en el que vemos a un niño que en uno de los baños de la escuela que encuentra una mini computadora. El niño se pone feliz por el hallazgo, pero cuando sale ve a unos niños que desesperados buscan algo que al parecer se les ha perdido. El niño entiende que buscan lo que él acaba de encontrar y decide entregárselos. Bien por ti se le dice al niño, pero cuando llega a su casa, sus amiguitos y familiares le gritan: pendejo cuándo has visto que esas cosas se devuelven? El pobre niño se llena de confusión pues no sabe si lo que hizo lo convierte en un héroe o en un tonto.

Esta campaña podría ser buena o incluso, excelente, a no ser porque el enfoque que se le da no es el correcto. De dónde sacan los que la idearon que el problema de la deshonestidad podría estar en los niños? Los niños sólo siguen los pasos de los adultos que los antecedieron, los que están a su alrededor o los que ya pasaron a mejor vida.

Vamos a pensar que doña Margarita no fue bien asesorada cuando aceptó ser parte de esta campaña que en lugar de aleccionar lo único que provoca es ira. Cómo pueden gentes del gobierno tratar de educar a los niños en los valores y principios morales que les asegurarán un mejor futuro en momentos en que este gobierno está siendo tenazmente bombardeado por pruebas irrefutables de actos de corrupción sin que las autoridades competentes hagan nada al respecto?. Acaso ignora la primera dama lo que está ocurriendo en Bienes Nacionales, en los Comedores Económicos, en Salud Pública, en el Seguro Social, en Obras Públicas, etc. Por sólo mencionar algunas.

Con qué calidad moral el gobierno pretende que los niños sean honestos cuando la mayoría de los funcionarios públicos son corruptos y a pesar de que se presentan las pruebas de los delitos que cometen los mismos permanecen en sus cargos gozando de sus jugosos salarios y beneficios en franca violación a las leyes que los condenan? Y en el mejor de los casos, sólo son trasladados. Cómo espera el gobierno que un infeliz ciudadano lleve el pan a su familia ganado con su trabajo cuando ese padre no encuentra empleo porque existen funcionarios y empleados medios que se jactan de tener dos y tres muy bien remunerados, lo que está ampliamente señalado en la Constitución como violatorio a la misma?

De dónde saca doña Margarita que esa campaña pueda servir para algo cuando tantos niños mueren en los hospitales públicos porque “desconocidos” se roban los equipos y los medicamentos que podrían salvarlos?

La indiferencia del gobierno ante la corrupción denunciada hasta el cansancio no será una prueba de que la honestidad no sirve para nada y que la diferencia entre la cárcel y la libertad es un “padrino” en el gobierno y un cargo que les dé dinero, poder e impunidad.

La ostentación descarada de riquezas por parte de muchos funcionarios y allegados al gobierno que ni en 100 años pudieron haberse logrado con un empleo y un salario regular pone a pensar a muchos estudiantes de escasos recursos de si estarán haciendo lo correcto con ir a la universidad en pos de una carrera que les dé bienestar y hasta riquezas o si no sería mejor y más rápido “pegarse” de algún político en “buenas” con el gobierno de turno para conseguir un cargo desde donde se pueda “meter mano” para acelerar el proceso. Después de todo hay mucha gente robando a las claras y si por casualidad lo destituyen el mismo se va muy campante para su casa a disfrutar tranquilo de todo lo que se robó sin que ninguna entidad ni estatal ni de la justicia se los quite. O doña Margarita es muy ingenua o hace mucho tiempo que no ve televisión, ni oye radio ni lee los periódicos, o lo que es peor: talvez es una de las que vive en la “Isla Artificial” de su esposo.

Esa campaña, doña Margarita, sería un “palo” si en lugar de poner niños que devuelven cosas que se encuentran, pusieran funcionarios y empleados públicos que desempeñen sus labores con honestidad y rectitud y que no se aprovechen del cargo para enriquecerse. Y de igual manera a los funcionarios que están para velar por el patrimonio publico llevando a la justicia a todos aquellos que cometan “irregularidades” en sus funciones. ¡A ESOS FUNCIONARIOS! LES PODRIAMOS DECIR: “BIEN POR TI.”