Por Narciso Isa Conde

Graduado de economista a los 19 años de edad con notas sobresalientes en la universidad INTEC. Especialista en investigación y estadística. Miembro del Centro de Investigaciones del Caribe (CIECA).

Asesor de grupos de productores agropecuarios, responsable del área de planificación CONALECHE, controlada ahora por Ministerio de Agricultura.

Apegado a la verdad científica, se compenetró del drama de los productores nacionales azotados por mafias importadoras vinculadas al Ministerio de Agricultura y al Palacio Nacional, por las discriminaciones en las compras estatales y los efectos perniciosos del DR-CAFTA (TLC).

Contribuyó con su saber, dinamismo y espíritu innovador al proceso de formación de la Confederación de Asociación de Productores Agropecuarios (CONFENAGRO), que decidió reclamar derechos de vida o muerte para la producción nacional y sus protagonistas

Desde Juventud Rebelde primero y La Multitud después, se destacó como unos de los primeros impulsores de la insumisión juvenil, premonitoria de nuevas y necesarias rebeldías de la nueva generación.

De una familia sin mancha y portador de una hoja personal limpia, se ha ganado un merecido respeto.

Pero a contracorriente de esto, de repente fue cancelado en CONALECHE por orden injustificada del ministro de agricultura. Y a seguidas, la Policía Nacional -respondiendo a designios despóticos superiores- decretó su repentina “conversión” en un “delincuentito común”, supuestamente vinculado al atraco, robo y “empeño” de un Black Berry perteneciente a una supuesta hija de un diputado de Ocoa; hecho acaecido en Zona Colonial y tranzado en la compraventa “La Piedra Azul”, que nos recuerda la Casa de Cambio “La Piedra” vinculada al narco-caso ATIEMAR.

Pude confirmar esa pretensión al estar presente durante todo el tiempo que se dilucidó en la Policía Nacional la supuesta acusación.

Metamorfosis burdamente fabricada, que además de indicar el poder de las mafias en este Estado y su vocación intimidadora, contiene un meta-mensaje criminal, visto lo sucedido al joven Remberto Pichardo Juan, quien solo por su valor personal salió vivo de un alevoso atentado.

La dictadura institucionalizada -amalgama de poderes corrompidos (ejecutivo, legislativo, judicial, electoral y policial-militar)- sabe usar cuerpos de inteligencia, policía delincuente y compras-ventas controladas como armas de retaliación, extorsión y terror.

Solo que esta vez la imbecilidad de sus “operadores” rompió todos los record, al punto de incapacitarse para engatusar hasta los bobos, mientras ganó “meritos” para provocar indignaciones.

Solo que Hectmilio Galván está blindado frente a las fechorías del poder y muy bien acompañado ¡Sépanlo crápulas palaciegas, ministeriales y policiales!