Discurso pronunciado por H. Galván, Coordinador Nacional de La Multitud, durante el Acto Por el Canje Humanitario, celebrado el 7 de marzo de 2008 en la Plaza Bolívar de Santo Domingo.


Queridos compañeros y compañeras:

Hermanas y hermanos, colombianos, dominicanos, bolivarianos:

El Mundo ha visto lo que ha pasado.

El mundo entero quedó perplejo por los últimos acontecimientos; porque, mientras se avanzaba significativamente en buscar una salida negociada a un conflicto y social militar de más de 50 años; mientras una de las partes daba fehacientes muestras de flexibilidad y de interés en avanzar hacia la paz, y liberaba incondicionalmente a 6 de sus principales retenidos, la otra parte, artera y guerrerista, armada de odio y desesperación, atacaba sin misericordia.

Mientras se abría la puerta de la paz, el señor Uribe de las Sombras, a instancias de sus amos, cerraba de golpe y porrazo la esperanza.

¡Que mensaje al mundo!

Que respuesta tan vil, tan descarada y tan negativa a todos los seres humanos que anhelamos la paz con justicia social, la libertad y la unidad de nuestra región.

Con esta acción genocida, que ha acompañado de mentiras, acusaciones ridículas y burdas falsificaciones, este Gobierno neofascista, deja ver sus colmillos y sus miserias.

Mientras aquí nos reunimos, en una movilización mundial contra el terrorismo de Estado, contra el paramilitarismo y por el Canje Humanitario, el Gobierno Colombiano opta por practicarlo, opta por la Guerra, opta por la muerte.

Y es que la violación a la soberanía ecuatoriana por parte del Gobierno de Álvaro Uribe Vélez constituye la mayor amenaza a la paz y a la convivencia pacifica de la región en mucho tiempo. Los hechos confirman que, mientras hayan gobiernos serviles al imperialismo en nuestro continente, la paz estará amenazada.

El vil asesinato de Raúl Reyes, mientras se encontraba en territorio ecuatoriano en negociaciones de paz, en las cuales se avizoraba la liberación de Ingrid Betancourt, no es otra cosa que el intento desesperado del Presidente Uribe y sus amos de Washington de frenar la posibilidad del acuerdo Humanitario.

Masacrar a Raúl Reyes, a Julián Conrado, y a diecisiete de sus camaradas, mientras dormían, utilizando un bombardeo teledirigido e indiscriminado, fue una acción cobarde, genocida y terrorista de un gobierno que ha hecho de la represión, del crimen y de la mentira, su modo vivendi.

¡Álvaro Uribe, y sus paramilitares, no caben en nuestro continente! Y no caben, porque cada vez somos más los que creemos en el ideal de Patria Grande de Simón Bolívar. Y Los traidores, los santanderistas que siempre han conspirado contra la Unión y la justicia, deberán ser barridos y depositados donde van: el zafacón de la historia.

Dijo Duarte, quizás pensando en hoy: “Mientras no se castigue a los traidores como se debe, los verdaderos y buenos dominicanos, (y yo digo latinoamericanos) seguirán siendo víctimas de sus maquinaciones.

Pero la masacre de Reyes no fue un objetivo militar. Matar 17 hombres, de una guerrilla de 30 mil, no parecería ser suficiente como para invadir un país soberano y crear una crisis internacional. Uribe y sus paramilitares, desesperados, lo que intentaron fue detener, entorpecer y sabotear el Canje Humanitario.

Segaron la vida de Raúl Reyes, porque negociaba, porque sabían que era la mejor forma de bloquear así el Acuerdo Humanitario e iniciar la guerra que el imperialismo guarda contra la oleada revolucionaria y democrática, el despertar de los pueblos de América Latina del Siglo XXI

Es por eso, que yo acuso formalmente, ante ustedes y ante el mundo. Yo acuso aquí públicamente, al Gobierno Colombiano y a los sectores retardatarios que lo acompañan, de querer y propiciar la muerte de Ingrid Betancourt. Obstaculizando e impidiendo el Acuerdo Humanitario que se venia venir, estos criminales, sedientos de sangre, buscan la muerte de Ingrid, para así tener una excusa con la cual verter su ira y su odio por todo el Continente.

Es por eso que nosotros los jóvenes de “La Multitud”, representando a los jóvenes dominicanos y latinoamericanos, a los millones de jóvenes que luchamos por la paz, la libertad y el cambio, queremos sentar claro esta noche que:

1ro- Nos solidarizamos plenamente con todas las víctimas del terrorismo de Estado, del paramilitarismo. Clamamos justicia, y exigimos al Gobierno colombiano el cese definitivo e inmediato del Paramilitarismo, la represión, la tortura y el asesinato.

2do- Nos solidarizamos plenamente con el Ecuador por la alevosa violación a su soberanía por parte del Gobierno Colombiano. ¡Exigimos respeto para todos los pueblos latinoamericanos! Acompañaremos al pueblo Ecuatoriano y a su Presidente, Rafael Correa, hasta las últimas consecuencias, para hacer respetar su dignidad y soberanía como pueblo hermano. Llamamos a todos los pueblos y Gobiernos del Mundo a hacer lo mismo.

3ro- Exigimos que todos los países de la región y del mundo presionen, utilizando todos los medios a su alcance, al Gobierno de Álvaro Uribe Vélez para que, con la presencia, supervisión e intervención de ese Grupo de Países Amigos, se inicie de inmediato un proceso serio y transparente de negociación del Acuerdo Humanitario que permita la liberación y excarcelación de todas y todos los prisioneros de Guerra en manos de las FARC, así como los presos políticos en manos del Gobierno Colombiano. ¡Ingrid Betancourt y la Guerrillera Sonia Rojas, tienen que ser libres ya!

4to- Exigimos que el Gobierno Dominicano envié de inmediato una nota formal de protesta al Canciller Colombiano por la violación a la soberanía de la República hermana del Ecuador y se solidarice con su Gobierno y su pueblo, uniéndose así, a los demás Gobiernos como el de Nicaragua, que ayer mismo, rompió relaciones con el Gobierno de Uribe y sus narcotraficantes.

5to-Reconocemos y valoramos en toda su magnitud el inmenso aporte a la paz, realizado por el Presidente Hugo Rafael Chávez Frías de Venezuela, y la Senadora Piedad Córdoba de Colombia, los cuales han realizada amplios esfuerzos por lograr un acuerdo humanitario, en los cuales instamos perseverar. ¡No torcer, Presidente Chávez, el pulso en esta nueva batalla por la justicia y la emancipación de nuestro continente.

6to- Abogamos por una salida negociada al conflicto en Colombia, que permita una solución justa a las ansias de libertad y dignidad de ese pueblo, que se ha desangrado luchando por un futuro mejor. Luchamos y lucharemos por la paz con justicia social.

¡No al Terrorismo de Estado!

¡No al Paramilitarismo!

¡Si a la Vida!

¡Si al canje humanitario!

¡Si a la Unidad Latinoamericana!

¡Bolívar Vive y Despertó en el Pueblo!

¡Muchas gracias!