NO DEBO ESPERAR MORIR
Por La Multitud
NO DEBO ESPERAR MORIR
COMO UN ADIOS A MONSEÑOR ROQUE ADAMES QUE DURANTE MI ESTADÍA EN SANTIAGO Y COMO CONSECUENCIA DE LAS ACTIVIDADES AL PRODUCIRSE EL PASO DEL CICLÓN DAVID EN 1979 NOS UNIERON LAZOS DE AMISTAD POR MAS DE SEIS AÑOS.
AL PADRE JESUS DE BELLA VISTA, COMPAÑERO Y AMIGO DE MUCHAS JORNADAS A FAVOR DE COMUNIDADES DE SANTIAGO, QUE NOS DEJÓ EN LA FLOR DE SU JUVENTUD.
AL MI HERMANO, COMPAÑERO Y AMIGO, CARLOS VASQUEZ, FIEL CREYENTE DE LOS TESTIGOS DE JEHOVA, HOY POSTRADO EN SILLA DE RUEDAS, QUE JUNTO A SU ESPOSA DELTA SUPIERON Y AUN SABEN ACOGERME EN SU HOGAR, EN CONEY ISLAND, CON LA AFABILIDAD INTACTA.
A MONSEÑOR NICANOR MARTINEZ, A MONSEÑOR DE MOYA, A SOR NIEVES, A SOR MARÍA Y A QUIENES ESTAN EN MIS RECUERDOS POR SUS ACTITUDES POSITIVAS EN SANTIAGO.
A LA INGENIERA TOPOGRAFO Y FIEL CREYENTE, CELINA PANTALEÓN, HOY AQUEJADA EN SU SALUD Y A TODOS LOS RELIGIOSOS QUE HAN SOPORTADO MIS IDEAS Y A LOS CUALES HE SOPORTADO LAS SUYAS.
A TODOS LOS COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS CONSECUENTES CON SUS IDEAS.
En mis años vividos, que son muchos, ¡Cuántas veces me he equivocado! ¡Cuántas veces he aceptado como buenas, equivocaciones!
Algunas por desconocimientos, otras por no recapacitar y las de la década del 60 por no pasar por cobarde o, mejor dicho, pendejo.
Dolorosas equivocaciones dejaron una cadena de muertes de valiosos compañeros que, en este momento de incertidumbres ciudadanas, son tan necesarios para la preservación de nuestra nación.
Fui rígido en mis concepciones filosóficas, económicas y sociales, logrando solamente la dispersión y atomización de los que añoramos un mundo sin diferencias, sin egoísmos y con la unidad necesaria para dejar un buen camino a nuestros descendientes.
Sufrimos traiciones, dolorosas traiciones de compañeros que considerábamos insobornables, porque idealizamos el proceder humano.
Empujamos a posibles adherentes porque no razonamos con amplitud y fuimos reo de la expresión dogmática: si coincides con el enemigo, debes revisarte.
Pero luego hice mía la expresión del poeta: “Nada en la vida es perfecto, sano y puro” y he ido practicando con la idea de buscar lo que nos une y que aquello que nos separe no impida sentarnos en una mesa, o debajo de un árbol, o en un cauce huérfano de aguas, buscando los puntos de convergencias y suavizando los dispares, pensando que no existe rigidez extrema en algunos principios y que hasta la moral es relativa según la época y los pueblos.
Yo, confeso no creyente desde los 12 años, mantengo cercana relación de amistad con religiosos de todo tipo y, como su reino no es de este mundo y el mío si, hoy busco coincidencias para el beneficio de la unidad.
Un ejemplo: ¿Para que poner en dudas el sermón de la montaña? Si los cristianos deducen que Jesucristo multiplicó los panes y los peces según su concepción divina, yo simplemente alego que los repartió de manera equitativa, aunque en menor cantidad. ¿Impide esta disparidad de dimensión la unidad a favor de la humanidad?
Los compañeros del CODIA saben que me opuse, por razones estatutarias y de procedimiento, y así lo sostengo, que al Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez se le diera el título de “Codiano de Honor”, lo mismo me opuse a reconocimientos, sin ton ni son, a civiles y a militares únicamente por razones de conveniencias personales.
Aún así, hago mío los pronunciamientos del Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y la actitud del Mayor General Rolando Rosado, relacionados con el narcotráfico pues, de alguna manera debemos unirnos para evitar que la nación caiga en manos de quienes, desde el 1965, con el legado de la Intervención Norteamericana, han ido arropando nuestro país y sometiéndolo al dominio de lo predecible.
No me opondría a que el Cardenal y el General Rosado de la DNCD encabecen la lucha contra el tráfico de drogas, la corrupción, y los descarados asaltos que acorralan a la ciudadanía; más bien, los apoyo, porque es algo que preservaría nuestra nación.
Hago un llamamiento a los compañeros del CODIA y que esto trascienda los límites del colegio, para que unamos nuestra denuncia y acción, a fin de evitar lo peor.
Estamos a tiempo aún.
Ing. Top. José A. Andújar
Miembro Asamblea de Representantes
COMO UN ADIOS A MONSEÑOR ROQUE ADAMES QUE DURANTE MI ESTADÍA EN SANTIAGO Y COMO CONSECUENCIA DE LAS ACTIVIDADES AL PRODUCIRSE EL PASO DEL CICLÓN DAVID EN 1979 NOS UNIERON LAZOS DE AMISTAD POR MAS DE SEIS AÑOS.
AL PADRE JESUS DE BELLA VISTA, COMPAÑERO Y AMIGO DE MUCHAS JORNADAS A FAVOR DE COMUNIDADES DE SANTIAGO, QUE NOS DEJÓ EN LA FLOR DE SU JUVENTUD.
AL MI HERMANO, COMPAÑERO Y AMIGO, CARLOS VASQUEZ, FIEL CREYENTE DE LOS TESTIGOS DE JEHOVA, HOY POSTRADO EN SILLA DE RUEDAS, QUE JUNTO A SU ESPOSA DELTA SUPIERON Y AUN SABEN ACOGERME EN SU HOGAR, EN CONEY ISLAND, CON LA AFABILIDAD INTACTA.
A MONSEÑOR NICANOR MARTINEZ, A MONSEÑOR DE MOYA, A SOR NIEVES, A SOR MARÍA Y A QUIENES ESTAN EN MIS RECUERDOS POR SUS ACTITUDES POSITIVAS EN SANTIAGO.
A LA INGENIERA TOPOGRAFO Y FIEL CREYENTE, CELINA PANTALEÓN, HOY AQUEJADA EN SU SALUD Y A TODOS LOS RELIGIOSOS QUE HAN SOPORTADO MIS IDEAS Y A LOS CUALES HE SOPORTADO LAS SUYAS.
A TODOS LOS COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS CONSECUENTES CON SUS IDEAS.
En mis años vividos, que son muchos, ¡Cuántas veces me he equivocado! ¡Cuántas veces he aceptado como buenas, equivocaciones!
Algunas por desconocimientos, otras por no recapacitar y las de la década del 60 por no pasar por cobarde o, mejor dicho, pendejo.
Dolorosas equivocaciones dejaron una cadena de muertes de valiosos compañeros que, en este momento de incertidumbres ciudadanas, son tan necesarios para la preservación de nuestra nación.
Fui rígido en mis concepciones filosóficas, económicas y sociales, logrando solamente la dispersión y atomización de los que añoramos un mundo sin diferencias, sin egoísmos y con la unidad necesaria para dejar un buen camino a nuestros descendientes.
Sufrimos traiciones, dolorosas traiciones de compañeros que considerábamos insobornables, porque idealizamos el proceder humano.
Empujamos a posibles adherentes porque no razonamos con amplitud y fuimos reo de la expresión dogmática: si coincides con el enemigo, debes revisarte.
Pero luego hice mía la expresión del poeta: “Nada en la vida es perfecto, sano y puro” y he ido practicando con la idea de buscar lo que nos une y que aquello que nos separe no impida sentarnos en una mesa, o debajo de un árbol, o en un cauce huérfano de aguas, buscando los puntos de convergencias y suavizando los dispares, pensando que no existe rigidez extrema en algunos principios y que hasta la moral es relativa según la época y los pueblos.
Yo, confeso no creyente desde los 12 años, mantengo cercana relación de amistad con religiosos de todo tipo y, como su reino no es de este mundo y el mío si, hoy busco coincidencias para el beneficio de la unidad.
Un ejemplo: ¿Para que poner en dudas el sermón de la montaña? Si los cristianos deducen que Jesucristo multiplicó los panes y los peces según su concepción divina, yo simplemente alego que los repartió de manera equitativa, aunque en menor cantidad. ¿Impide esta disparidad de dimensión la unidad a favor de la humanidad?
Los compañeros del CODIA saben que me opuse, por razones estatutarias y de procedimiento, y así lo sostengo, que al Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez se le diera el título de “Codiano de Honor”, lo mismo me opuse a reconocimientos, sin ton ni son, a civiles y a militares únicamente por razones de conveniencias personales.
Aún así, hago mío los pronunciamientos del Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y la actitud del Mayor General Rolando Rosado, relacionados con el narcotráfico pues, de alguna manera debemos unirnos para evitar que la nación caiga en manos de quienes, desde el 1965, con el legado de la Intervención Norteamericana, han ido arropando nuestro país y sometiéndolo al dominio de lo predecible.
No me opondría a que el Cardenal y el General Rosado de la DNCD encabecen la lucha contra el tráfico de drogas, la corrupción, y los descarados asaltos que acorralan a la ciudadanía; más bien, los apoyo, porque es algo que preservaría nuestra nación.
Hago un llamamiento a los compañeros del CODIA y que esto trascienda los límites del colegio, para que unamos nuestra denuncia y acción, a fin de evitar lo peor.
Estamos a tiempo aún.
Ing. Top. José A. Andújar
Miembro Asamblea de Representantes
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