En vista de que la educación constituye uno de los pilares para la garantía del desarrollo económico y humano de una nación, y entendiendo que dicho derecho humano está consagrado y resguardado en nuestra constitución y en la Ley General de Educación (66-97), que prescribe que la asignación a este reglón social nunca debería ser menor a un 4% de inversión con relación al PIB, debiendo esta partida tender a su progresividad a través de los años; La Multitud se inclina, como es su costumbre, a apoyar incondicionalmente el sentir popular de la asignación, de una vez y por todas, del 4% a educación y reitera que no cabe ninguna negociación en ese sentido., ese el 4% nada menos de ahí.

Nuestra organización juvenil ha entendido que las constantes manifestaciones de inconformidad que desde la sociedad civil y las organizaciones populares se han externado con relación a este gravísimo problema, deben ser atendidas no en el mediano o largo plazo, bajo el manto siempre presente de la demagogia política, sino que tiene que ser el resultado de un esfuerzo y voluntad política que ventile su solución en lo inmediato.

La sociedad dominicana ha arrojado resultados y revelado condiciones verdaderamente deprimentes en las distintas evaluaciones practicadas hasta entonces por organismos internacionales y regionales, en materia de educación, lo cual debería de llamar a la reconsideración la actual política de educación del gobierno dominicano, toda vez que representa un anacronismo la asignación pírrica de un 2.3% del PIB asignado en el presupuesto que acaba de refrendarse en las distintas cámaras legislativas, contrario a lo acontecido en la región donde el promedio de inversión con relación al PIB bordea por encima el 5%.

Sin una educación que nos situé en el camino hacia el logro de la erradicación del analfabetismo, la deserción escolar, la falta de competencia profesional de los docentes, entre otros males que significan un retroceso en el marco la era del conocimiento y la información, difícilmente logremos desterrar los niveles de pobreza e inequidad social que acusa la sociedad dominicana, y esto solo es posible si se adopta una política educativa seria de combate a esos flagelos sociales, con el apoyo de una asignación presupuestaria acorde con las grandes tareas que significan cambiar la dirección del sistema educativo nacional.

Los motivos para nuestro apoyo sobran, porque elementos de justificación hay de mas, por lo que resta solo expresamos lo que la sociedad, la justicia y la equidad demandan en nombre de la redención social, a través de los instrumentos y elementos legales, por lo que solicitamos junto al pueblo y sus distintas entidades y organizaciones el clamor unísono del “4% de asignación a la educación”.