Lolita Lebrón
Cuando se menciona el nombre de Lolita llega a nuestras mentes la patriota, la mujer que lidera el ataque al congreso de los Estados Unidos de Norteamérica, la poeta,, la mártir encarnada, la mujer de fe absoluta, la madre … Es amplísimo el arcoíris de virtudes en que pensamos. Es imposible decirlo en minutos pero trataremos algo. Lolita Lebrón nace en Lares, Puerto Rico un 19 de noviembre de 1919. Su padre lo fue Gonzalo Lebrón Bernal, caballero de porte distinguido hijo de un español y de una puertorriqueña de descendencia española y por supuesto taína, administrador de una hacienda campesina y su madre, Rafaela Soto Luciano, mujer dulce, noble, de gestos suaves y amorosos. Lolita tuvo cuatro hermanos: Agustín, Gonzalo, Julio y Aurea, la menor a la que vio nacer. Su salud fue frágil de niña, producto de una severa pulmonía que padeció en sus primeros años. Esto la limitó en sus juegos en la niñez y adolescencia pero desarrolló otro tipo de sensibilidades y apreciaciones por la vida y su entorno. De Pezuela la familia Lebrón se mudó al barrio Mirasol de Lares donde Don Gonzalo se desempeñó como tenedor de libros y administrador de la Hacienda de Don Emilio Vilellas. Aquí Lolita continuó estudios escolares hasta completar el sexto grado en la Escuela Mariana Bracetti. Obtuvo su diploma de octavo grado en la Segunda Unidad Rural del Barrio Bartolo. Con esa sensibilidad y apreciación profunda de su entorno que poseía desde niña, Lolita comienza a darse cuenta de injusticias que se cometían con los trabajadores de los campos desarrollando así una capacidad de análisis que la llevaría a solidarizarse con ellos. Lolita cursó estudios formales hasta el octavo grado. Su carácter sensible y a la misma vez decidido y firme la convierte en una autodidacta. Las grandes obras literarias, la poesía, la historia eran cotidianos para esta ávida lectora. Como anécdota, cuando su hermana menor Aurea cursaba el quinto grado le hizo leer “Los Miserables”. Lolita es bautizada a los catorce años de edad. Esa noche, en una boda a la que ella acude conoce a su primer amor: Francisco Matos Paoli. Queda impactada por él. Mujer de alma sensible, exquisita frente al gran poeta, el cual le dedicaba versos encendidos, cartas de amor y se paseaba frente a su casa desde donde le declamaba sus poemas. Su padre en una ocasión le dijo: Un poeta cortejándote? Y de que te va a alimentar? De poemas? Pero la vida los separa, mas tarde sus caminos se volverán a unir en luchas políticas. Lolita se va San Juan a estudiar alta costura. A los veintiún años tiene a su primera hija, Gladys Myrna, su capullito de Mayo. Luego emigra a Nueva York donde trabaja en varias fábricas, pasa muchas necesidades. Continúa escribiendo versos, continua trabajando, también dándose cuenta de la explotación, el discrimen racial, la desigualdad de oportunidades que existía hacia los puertorriqueños en la gran manzana. Trabajaba de día, estudiaba de noche. Contrae matrimonio y a los 23 años trae al mundo a su segundo hijo, Félix. Comienza a trabajar con los nacionalistas en el 1946. Su dedicación total al Partido, su inteligencia, su fervor patriótico y su absoluta fidelidad a Don Pedro Albizu Campos permitieron el ascenso de Lolita dentro de las filas del Partido Nacionalista. Así fue nombrada Delegada General del Partido Nacionalista para Estados Unidos. En esta calidad respondía directamente al Presidente del Partido, Albizu Campos. Nunca conoció físicamente al Maestro, pero fue su más grande discípula y su mejor poeta. Nadie ha cantado a Albizu como ella, nadie ha entendido el pensamiento ni interpretado mejor al Maestro que Lolita. Posterior a los hechos del 30 de octubre y al ataque de la Casa Blair por parte de Griselio Torresola y Oscar Collazo, Lolita se integra de inmediato a los trabajos en Nueva York en defensa de la vida de Oscar. Albizu es encarcelado durante los hechos del 30 de octubre e indultado el 28 de septiembre de 1953. Un tiempo después Lolita recibe las órdenes de Don Pedro Albizu Campos a través de Ruth Reynolds. Ruth se reúne con Lolita en un sitio de desayunos en la pequeña Italia en NY. Ruth le pasa un papel por debajo de la mesa, Lolita lo lee. Ahí, de puño y letra del maestro se encontraba los cuatro lugares sugeridos para un ataque armado. Estos eran: la Casa Blanca, el Tribunal Supremo, el Pentágono y el Congreso de los Estados Unidos. Lolita, al terminar de leer el papel lo rompe en muchísimos pequeños pedazos y se los traga. Luego de esto Lolita lo consulta con compañeros del Partido, se decide escoger el Congreso. Había que llamar la atención mundial sobre la situación colonial de Puerto Rico. El Congreso era el perfecto lugar para ello y se escoge el 1 ero de marzo, cuando en Venezuela se inauguraba la Conferencia Interamericana. El grito por la Libertad de Puerto Rico sería escuchado en el mundo entero. Lolita, al igual que los compañeros que se escogieron para esta acción armada, sacaron un pasaje de ida, mas no de vuelta. Lolita contaba que ese día, mientras se encontraba en el tren en ruta a Washington, sintió como todo su cuerpo se llenaba de gozo, un éxtasis, que no podía definir palabra alguna. El aire que respiraba lo sentía crujiente y aunque estaba lloviendo en Washington ella encontró que el clima era perfecto, único y que no habría marcha atrás. Su cuerpo, su alma, extasiados se dirigían a cumplir su deber, no a tener dudas de como cumplirlo. Ella, en una anécdota personal, indica que fue a una tienda previo al ataque al congreso. Compró una cartera bien grande, que tenía un águila como broche. En esa cartera llevaría su arma de fuego y la bandera de Puerto Rico. Lolita y sus compañeros en esta misión, Irving Flores, Rafael Cancel Miranda y Andrés Figueroa subieron las escalinatas y entraron al capitolio. Una vez adentro tomaron asiento en las gradas para visitantes “Ladies Gallery”, el congreso se encontraba en sesión. Se sentaron calmados como observadores. Lolita da la señal acordada a sus compañeros: “Vamos”. Ella saca su bandera y su pistola y al grito de “Free Puerto Rico Now” ella y sus compañeros comienzan a disparar. Eso grito de libertad daría la vuelta al mundo minutos después. Había resonado alto, fuerte y contundente en el congreso de los Estados Unidos de Norteamérica. En declaraciones horas después de su arresto Lolita dijo que “No me arrepiento, yo no disparé para matar, lo hice por la libertad de mi país y lo haría igual en cualquier momento, en cualquier lugar por la libertad de mi pueblo”! En Puerto Rico Albizu Campos dijo: “Una heroína puertorriqueña, de sublime belleza, ha vuelto a señalar para la historia de todas las naciones que la mujer es la Patria y que no se puede concebir a la madre esclava. Lolita Lebrón y los caballeros de la raza que la acompañaron en esta jornada de sublime heroísmo, han avisado a Estados Unidos envalentonados con su bombas atómicas que el deber obliga a respetar la independencia de todas las naciones, a respetar la independencia de Puerto Rico. Y que los puertorriqueños harán respetar ese derecho sagrado de la Patria!” Don Pedro es arrestado el 6 de marzo de 1954 por las fuerzas represivas estadounidenses y puesto en prisión. Es indultado a finales de 1964 muriendo el 21 de abril de 1965. Lolita indicó que se sentía sorprendida de estar viva luego de los sucesos del ataque al congreso. Cuando comienza su juicio recibe dos fuertes golpes: el primero lo fue la muerte de su hijo Félix, el segundo la traición de su hermano Gonzalo al este testificar contra ella y contra el movimiento nacionalista. Fue sentenciada a 75 años de prisión. En los primeros años a Lolita no se le permitía correspondencia en la prisión. Sufrió torturas físicas, mentales y emocionales más allá de lo indecible, más allá de lo que nadie puede imaginar. Fue irradiada, drogada, terapias de electroshocks le fueron administradas. Toda para doblegar el espíritu de la mujer valiente y combatiente, nada de lo que hizo el gobierno yanqui pudo. Lolita y los demás compañeros jamás aceptaron las ofertas de libertad bajo palabra que el imperio les ofreció. Eran prisioneros políticos y de guerra, sus actos habían sido en defensa de la libertad de la nación puertorriqueña. Punto El 31 de diciembre de 1958 muere la madre de Lolita, Doña Rafaela Soto. Tanto Luis Muñoz Marín como Doña Felisa Rincón hicieron gestiones para que Lolita pudiera asistir al sepelio de su madre. No se le permitió a Lolita pero, de forma increíble, a una compañera de prisión de Lolita se le permitió salir de la prisión para que viera el alumbramiento de su gata. Se le extendió un pase para ello. La prensa local de Alderson, West Virginia, lo publicó. Diferentes varas con las que el imperio mide, no? La madre de Lolita murió sin saber que Lolita estaba en prisión. Sólo dos personas de la familia de Lolita fueron a visitarla a prisión. Estas fueron su hermana Aurea y la hija de Lolita, Gladys Myrna. Años más tarde algunos líderes del independentismo puertorriqueño pasarían por su prisión a saludarle- Su abogado, Conrad Lee, se mantuvo en comunicación con su hermana Aurea. Cada vez que había algún problema con Lolita él era la persona que trabajaba en ello- En prisión, aunque dentro del marco de las torturas a las que fue sometida, Lolita continuó estudiando, leyendo, escribiendo poesía y realizando trabajo político- Su trabajo a favor de la abolición de las armas nucleares, luchas por derechos de confinadas fueron algunos de ellos- Se mantenía, dentro del marco de exposición al que era permitida, al tanto de la situación política y social de Puerto Rico y del mundo entero-- A la muerte de su hija el 1 ero de marzo de 1977 se le permitió venir a la isla. La muerte de su amada hija Gladys Myrna NO FUE UN SUICIDIO como algunos han hecho creer. Le consta a la familia Lebrón que ello no fue así, la historia algún día se escribirá de forma correcta. A la muerte de Gladys a Lolita se le permitió venir a Puerto Rico con fuertísimas medidas de seguridad para asistir al sepelio en Barceloneta- A Gladys se le veló en su residencia de Barceloneta, lugar que estaba rodeado por cañaverales. De madrugada llega al área, Rubén Berrios pide que se formen una línea a cada lado para permitir la entrada protegida de Lolita. Lolita entra y se arrodilla frente al féretro de su hija. Luego pide una bandera de Puerto Rico y sienta a unos sobrinos, a un nieto y a mí en su falda. Nos abraza con la bandera- Lolita despide de esta vida terrenal a Gladys, le dice un “hasta luego” y con una terrible pena regresa a la prisión de Alderson, West Virginia. Ella se mostró estoica en las exequias fúnebres, años más tarde le hice la pregunta y me contestó: “El enemigo te estudia, estudia tus debilidades.- En el momento que las identifica por ahí es donde te ataca- Por ello, recuerda querida, hay que estar estoica ante el dolor”- Me repetiría nuevamente la última línea días antes de su partida de esta tierra. Lolita y sus compañeros son indultados en 1979, Oscar Collazo también lo fue. Mantuvo su firmeza y voluntad a su llegada- Se incorpora a las filas del partido nacionalista, el que preside a mediados de los años 90- Pasa a ser no sólo la madre de la patria sino la de todas sus sobrinas y sobrinos- Lolita se dedica a tejer estolas, continúa escribiendo poesía, asiste a actividades y trabajos políticos y comunitarios.- Continua siendo la ferviente católica que fue desde antes de estar en prisión. En el 1986 contrae nupcias con el Dr. Sergio Irrizarry. Sergio, hombre noble, comprometido con la lucha fue su esposo, compañero, amigo y apoyo durante casi 25 años. Sergito, como ella le decía cariñosamente. En el año 2000 Lolita es encarcelada nuevamente por su apoyo a la lucha de Vieques y estuvo en prisión 90 días, ello cuando contaba con 81 años de edad- Penetró en dos ocasiones los terrenos de la Marina de Vieques. Mujer valiente, arrojada, soñadora, que buscaba la justicia en todos sus nortes. Lolita publica 3 poemarios: “Sándalo en la celda”, “De tu Flauta Albizu” y “Grito Primoroso”. En el año 2000 también recibe el premio literario Vasconcelos, ello por su poesía excelsa y sublime, cósmica. Se mantiene por muchos años activa en la política, en la defensa de las causas sociales, en la defensa de los niños y las mujeres, en la defensa de los trabajadores. Lolita continúa compartiendo con su pueblo, siendo “su Lolita” a todo aquel que se le acercara. Lolita, amada por muchos, repudiada por otros, respetada por la gran mayoría, es y fue ejemplo de valor, sacrificio, entrega, lealtad, ternura y pasión. Porque en la entrega para la lucha la pasión es imprescindible. Cuatro años atrás sufrió la fractura de una cadera y una muñeca. Ello la confinó a una silla de ruedas. Un poco más tarde su condición cardiorespiratoria comenzó a drenarla. Fueron muchas las hospitalizaciones, la mayor parte de ella en las unidades de cuidado intensivo del Auxilio Mutuo. Poco a poco su condición comprometía más su vida, los médicos aconsejaron que las visitas fueran mínimas, el hablar le drenaba el poco oxígeno que le llegaba a sus pulmones. Aún así ella siempre se mantuvo preocupada por su pueblo, al tanto de lo que pasaba a su alrededor. En una anécdota que me have su médico de cabecera, el Dr. Guillermo Tirado, el me indica lo mucho que había aprendido de ella. Me menciona un incidente en particular. El entra a verla a su habitación y luego de los saludos de rigor Lolita le dice: “Dr. Tirado, usted ha cambiado”. Él le pregunta. “En que he cambiado Doña Lolita”?. Ella le contesta: “Has cambiado queridísimo, has dejado de tener para ser, has trascendido”. Algo de lo que cada uno de nosotras y nosotros debemos aprender: dejar de tener para ser, para así poder trascender compañeros. Porque hay quienes viven y mueren por la independencia de Puerto Rico, pero hay aquellos, los mercaderes de la independencia, que sólo viven de esta, de nuestros patriotas, de las organizaciones, de nuestros mártires. Sólo debe haber espacio para el trabajo de base, el trabajo de fila, el trabajo ético, el trabajo anónimo, la entrega absoluta pero bien organizada. Es llegar todos a la meta de la independencia utilizando una sola avenida. Lolita comparaba la independencia con muchas avenidas en que los diferentes grupos iban en direcciones paralelas pero que la meta final era llegar al mismo sitio. Que no se lograba por estar todos en diferentes avenidas en vez de usar un solo camino para ello. Lolita nos deja un 1ero de agosto de 2010. Aquellas palabras que alguna vez dijo me las vuelve a repetir: “Te quiero estoica ante el dolor” Yo asentí pero mi corazón se desgarraba. Luego nos dijo que no nos quería tristes, ni de colores obscuros. Pero en mi mente retumbaba el que me tenía que mantener estoica ante el dolor de su partida. Esto fue 5 días antes de su muerte. Lolita no murió triste porque no hubiéramos logrado aún la independencia de Puerto Rico. Murió esperanzada en LOS JOVENES, EN ESOS COMBATIENTES ETICOS QUE SE LEVANTAN. Murió conociendo de primera mano que de ellos estaba el lograr la independencia de Puerto Rico. Como indicó el día que la trasladábamos en ambulancia al Hospital Auxilio Mutuo: “No se está haciendo nada por la independencia de este país. Me le tienes que decir a los muchachos, a los jóvenes que todos los días se tienen que levantar a las 6 de la mañana, bandera nacional en mano, a luchar por la independencia de Puerto Rico”: En las manos de ustedes jóvenes queda dicha responsabilidad y misión. Lolita, mujer decidida, valerosa y segura de sus propias decisiones dejó los detalles de sus exequias fúnebres. Puede que no estuviéramos de acuerdo con la premura, que quisiéramos tener más tiempo para despedirnos de ella pero así ella lo dispuso. Tal vez lo hizo así para que nuestro dolor fuera menos, tal vez lo hizo de esa manera para que continuáramos la lucha de forma inmediata, sin dilaciones. Pero sus razones tendría aunque yo misma no las pudiera entender. Nos deja la herencia del arrojo, sabiduría, entrega total, sonrisas y su eterna coquetería, nos deja el legado que el valor y arrojo es para toda la vida, que la lucha debe ser continua y sin distracciones y que definitivamente tenemos que dejar de tener para ser, para así poder trascender a ese lugar donde los indispensables se encuentran y donde se inmortalizan. Lolita vive y vivirá siempre entre nosotros!!! Gloria eterna para Lolita!!!!
3 Responses to Lolita Lebrón
It's hard to find educated people in this particular subject, however, you sound like you know what you're talking about!
Thanks
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Verdaderamente un escrito excelente, breve y profundo. Gracias por compartir el mismo.
Que raro por que la Propia Hija de Gladys en escritos y entrevistas dijo que ella esaba alfrente cuando su madre se suicido, quieres mejor testigo que ese?
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