Víctor Víctor: "No veré la sociedad que quiero, pero ya miro derrumbarse la que no quiero"
El cantautor considera que las sociedades cambian si la juventud impulsa esos movimientos
Gustavo Olivo Peña/Clave Digital


domingo, 23 de agosto de 2009, 11:00 a.m.

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Víctor José Víctor Rojas, llamado Víctor Víctor en el mundo musical, es un santiaguero de pura cepa, que lleva a mucha honra sus orígenes en Los Pepines, un barrio cargado de musicalidad y color, cuna de los “lechones” del emblemático carnaval de Santiago de los Caballeros.
En el corazón de Vitico, como le llaman sus amigos, conviven el adulto de mil batallas con el joven rebelde y creativo, al unísono con el sonero, el rockero, el merenguero, el bachatero y el bolerista autor de “Como tú, una flor” y “El camino de los amantes”, inmortalizados por Felipe Pirela, uno de los mejores intérpretes del bolero de todos los tiempos.
Como artista y ciudadano rechaza pasar por la vida con indiferencia, y en cada momento que lo ha creído necesario y apropiado se ha comprometido políticamente. En los años setenta fue militante de la izquierda revolucionaria, marxista-leninista, con los camilistas. Posteriormente pasó al Partido de la Liberación Dominicana, organización de la cual se apartó por entender que sus actuales líderes han traicionado el legado de honestidad y servicio al pueblo de Juan Bosch, el líder fundador.
Del exitoso compositor y cantante de bachata, que es hoy Víctor Víctor, pocos saben que fue músico de rock y que tocó en el primer grupo musical del merenguero Wilfrido Vargas.






PERFIL
Víctor José Víctor Rojas (Víctor Víctor) nació en Santiago de los Caballeros, República Dominicana, hijo de José Víctor y Avelina Rojas de Víctor. Inició su vida artística como compositor, cuando compuso dos temas: “Como tú, una flor”, bautizada por el público como “La Confusión”; y “El camino de los amantes”, alias “La Casita”. A partir de estas canciones, grabadas en 1972 y que hoy forman parte de la antología de la canción romántica dominicana, Víctor Víctor no ha parado de producir música para agotar una larga trayectoria como trovador y para entregar sus temas a otros intérpretes de Las Américas y Europa. Celebra 38 años de vida musical, en cuyo período nos ha entregado 15 producciones, más de un centenar de canciones con los que ha obtenido numerosos reconocimientos nacionales e internacionales.



Ha participado en importantes festivales y espectáculos en diferentes países; y hace años promueve internacionalmente la bachata, presentándola como la forma musical más reciente de los dominicanos hacer el bolero.



Su formación

Aunque recibió instrucción básica de música en la Escuela de Bellas Artes de su natal Santiago, Víctor Víctor se considera un autodidacta de la música que ha alimentado su creatividad de la llamada “sabiduría popular dominicana”. Desde sus inicios en la carrera de intérprete caminó toda la geografía de país para cantar en ermitas y sembradíos de la campiña dominicana para los campesinos, de quienes aprendió expresiones artísticas manifiestas en su folklor y en lo vernáculo, así como nuevas manifestaciones de ese pueblo llano. En los años setenta y principios de los ochenta organizó y participó en jornadas de canción política, nacionales e internacionales, junto a otros artistas dominicanos que manifestaron su desacuerdo con prácticas antidemocráticas y las violaciones a los derechos cívicos y humanos.

La cercanía con sectores populares sirvió para conocer de cerca el gusto y las expresiones musicales de gente muy sencilla, entablando fuertes vínculos con cantores populares y creadores de la hoy llamada “bachata”. Continuos viajes por el llamado Gran Caribe le pusieron en contacto con la música de estas islas, haciéndose gran cultor y conocedor del “son”.

Bachata & son
A pesar de haber escrito música de diferentes géneros Víctor Víctor ha adoptado el son y la bachata como sus formas de comunicación, habiendo logrado reconocimiento popular con su canción Mesita de Noche, bachata de la generación del ’90 que sonó mucho en emisoras de varios continentes. En su repertorio de actuaciones nunca faltan las melodías de sones tradicionales (Matamoros, Cuní, Hernández, etc.) pero interpretados al estilo de Los Tres de la Vellonera, el grupo que durante años ha acompañado a Víctor Víctor y en el que se destaca su director musical, el guitarrista Juan Francisco Ordóñez.


Acabas de lanzar una nueva producción musical, “Rojo y Rosa”. Cuéntanos del contenido


El Disco
Este disco es doble. Hay un CD con canciones ‘rojas’ que tiene características diferentes al otro, que es ‘rosa’. Difieren en temática y en forma. Por lo tanto son dos producciones diferentes, así que cuento los discos 15 y 16 en mi inventario. En una de las tapas de la cubierta del disco escribí que el rojo era libertad y el rosa corazón. Y es así, de esa manera nació la idea del disco, porque así he vivido: milito en las jornadas de luchas sociales y tengo una ideología política que no cayó con el muro y guía mi conducta; pero también dejo que mi corazón se manifieste en el amor y cante a la pareja. Nadie puede luchar contra eso. Y si no siente amor, está muerto. Los contenidos del rojo son políticos, sociales; hay temas para la reflexión, algunos denuncian situaciones tan viejas que debiera darle vergüenza a quienes han gobernado por más de 40 años.

Lo dedico al profesor Juan Bosch. Por otra parte, el contenido del disco rosa narra situaciones a las que nos expone la relación de parejas. Cada disco lleva su ritmo y forma: el CD rosa se expresa en bachatas, boleros y fusiones llenas del romanticismo más corriente; el CD rojo tiene formas más cerca del pop. Los arreglos de las 22 canciones en el doble album son de Juan Francisco Ordoñez, quien además es un excelente guitarrista de estilo muy peculiar.

Juan y yo trabajamos en este disco desde enero del 2008. Como músico enseña su preferencia por los ritmos tropicales, pero como guitarrista no olvida su afición por el blues y su militancia en el rock. Eso muestra los cruces y resultados de una exquisita mezcla que se siente en sus arreglos. Los discos esconden bromas y chistes musicales porque no he conocido a nadie con el incontenible humor de Juan Francisco, que sería capaz de sacarle una sonrisa a un muerto.

Debo resaltar el papel que jugaron los músicos de ‘La Vellonera’; durante todo el proceso de grabación recibí ideas aportadas por Ramón Alnos, el bajista; Joel Ramírez, el percusionista; y Ely Vazquez, el batería. Agradezco su dedicación y entrega a los invitados: Ite Jerez, trompeta; Héctor Santana, que nos acompañó en tres piezas con su bajo; Pancho Amat, con su tres; y Amaury Colón, en los coros.


En muchas de estas canciones hay una carga de política, denuncia y crítica. ¿Por qué?
Sectores muy sensibles de la sociedad, sobre todo los más jóvenes, han empezado a manifestar su inconformidad y enojo ante el poder, que como siempre muestra su irresponsabilidad social. Ya hay mucha gente que descubrió la farsa que tienen montada los señores de los partidos y sus gobiernos mentirosos.

La gente más conciente habla en las esquinas y protestan contra la impunidad, la corrupción y el abandono social. Los artistas y escritores, que somos narradores, no podemos dejar de contar estas historias para solidarizarnos con sus luchas. Los creadores debemos registrar y ayudar en la construcción de la nueva multitud que obligará a los gobernantes a que las riquezas se repartan mejor y a construir una sociedad en la que seremos felices. Si una vez escribí y canté para denunciar los abusos contra las libertades básicas que quebraban Balaguer y sus desgobiernos, ahora lo debo hacer también.

Lo hice cuando Balaguer nos perseguía y permitía que asesinaran a nuestros hermanos y compañeros; y hoy lo hago con la misma pasión que lo hice antes. Escribo, canto y lucho para acercar la revolución social. Como ven ustedes, ‘no he madurado’ como quisieran los defensores de esta fábrica de pobres que patrocina el actual sistema del consumismo. Escribo y canto canciones políticas para acompañar la lucha. Y si miramos atrás, si escucháramos las canciones de ayer, notarán que son las mismas de mi nuevo disco porque son las mismas mentiras contra las que hoy canto.

DISCOGRAFÍA
1.- Víctor Víctor & Flamboyán, Con Sus Flores y Sus Vainas2.- Album Rojo3.- Merengues de Siempre4.- Cotidiano5.- En Son de Felicidad (Junto al sonero dominicano Francis Santana)6.- Cara o Cruz (Junto a José Antonio Rodríguez)7.- Inspiraciones8.- Tu Corazón9.- Un Chin de Veneno10.- Alma de Barrio11.- Cajita de Música12.- Víctor Víctor, Recuento I13.-Bachata Entre Amigos (Duos)14.- Verdinegro (Junto a Sonia Silvestre)15. Rojo & Rosa

Tú fuiste miembro del PLD. Incluso le escribiste una canción. ¿Qué te hizo alejarte del PLD y convertirte en opositor?
Como miembro fundador del MLN-Comités Revolucionarios Camilo Torres, CORECATO, pasé al PLD junto con mis compañeros y compañeras cuando la organización decidió fundirse al partido de Juan Bosch. Y ciertamente, al poco tiempo compuse una guajira que se hizo muy popular, se llamó “La Estrellita”. La cantábamos en las marchas y en los mítines, la coreaba la multitud. Más aún, fui de los últimos que hicimos los Círculos de Estudios completos. Yo milité en el PLD de Juan Bosch, el mismo que fue desvaneciendo y transformándose en una ‘cosa rara’, completamente distinta a la casa que entré. Por eso, acompañé a Don Juan hasta el 1996 y terminé de irme de las filas moradas cuando también renuncié del cargo de Presidente del Consejo Presidencial de Cultura, en el primer gobierno peledeísta; claro que lo hice después de cumplir con el compromiso de crear la Secretaría de Estado de Cultura. No soy peledeísta desde hace mucho. Mi oposición a su gobierno es consecuencia de mi ideología política. Critico al PLD y su gobierno como critico a los partidos de este sistema-chatarra. En este caso porque su dirigencia pactó con el poder capitalista y en lugar de desarrollar formas por el bien común sirvió como reformador para premiar privilegios. Se convirtió en el facilitador de riquezas para el pequeño grupo de coleccionistas de dinero.
ARTISTAS QUE HAN CANTADO SUS COMPOSICIONES
Dominicanos(as):Angela Carrrasco, Charityn Goico, Milly Quezada, Maridalia Hernández, Sonia Silvestre, Ruby Pérez, Sergio Vargas, Hermanos Rosario, Carlos David, Fernando Villalona, Frank Ceara, Raulín Rosendo, Jorge Taveras, Fernando Casado, Chichí Peralta, entre otros.
Internacionales:Celia Cruz, Guadalupe Pineda, Sophy, Xavier, Marc Anthony, Emmanuel, Dyango, Daniela Romo, Caridad Canelón, Felipe Pirela, Dany Rivera, Maribel Verdú, Antonio Carbonell, Azúcar Moreno, Joseph Fonseca, entre otros

No puedo estar en éste PLD porque no es el partido al que fui, el de hoy es una masa sin forma ni corazón, de ideología capitalista, que no exige a sus miembros responsabilidades ni castiga las maldades, que eligió el olvido en lugar de los principios y el paternalismo por la solidaridad. Porque sus jefes cambiaron a Bosch por el indeseable pragmatismo que no tiene agenda de prioridades, sino caprichos mercadológicos para sostenerse en la administración.

Tu condición de cantautor de compromiso social no te aparta del romántico de Mesita de noche y el Camino de los amantes.
Es que me inicié como compositor y cantante de canciones románticas. Hacer canciones de amor fue lo primero que hice. Ahí están las dos primeras que escribí a los 16 años de edad: “Como Tú Una Flor” y “El Camino de los Amantes”. Pero desde el 1966 empezaron los abusos de Balaguer en el poder. Los asesinatos del régimen colorao me entretuvieron el corazón y se prendió en mí la pasión política. La práctica política provocó una verdadera revolución personal. Aprendí a priorizar y era necesario responder con todo lo que tenía al enemigo que te disparaba para aniquilar tus libertades. Entonces, de la práctica política nacieron muchas canciones y formamos Nueva Forma. Ahí compartíamos el trabajo cantautores, músicos, escritores, locutores y un grupo de jóvenes contestatarios. Nueva Forma fue una agrupación que a través de conciertos sobre fechas revolucionarias y héroes, enseñaba el valor de la resistencia contra los regímenes despóticos y tiránicos. El grupo también hizo jornadas de solidaridad con otros países en lucha: Chile, Viet Nam, Cuba. Ese esfuerzo se vio coronado cuando formamos parte del Comité Organizador de la actividad de la canción más trascendente realizado aquí: Siete días con el pueblo.Mucha gente no sabe que formaste parte del primer grupo musical del merenguero Wilfrido Vargas. Háblanos de esa experiencia.


RECONOCIMIENTOS
Premios Ondas (España) Premios Lo Nuestro (USA)Ronda (Venezuela)Continente de Plata (New Orleans)Premios ACE (New York) Aplausos (Miami, Los Angeles)Premios Cansandra (RD), entre otros


Mucha gente no sabe que formaste parte del primer grupo musical del merenguero Wilfrido Vargas. Háblanos de esa experiencia.
A finales del 1971, pasé a formar parte del grupo “Wilfrido Vargas y Sus Beduinos”. Fui invitado por Cholo Brenes, director artístico del club “Cashbah”, donde tocábamos bailables. Aunque era baterista del grupo, ya había compuesto mis primeras canciones y tocaba guitarra. Aprendí batería en un grupo de rock, en mi natal, Santiago. Haber trabajado fijo en un grupo como el de Wilfrido, haber vivido esa rutina, me enseñó detalles sobre lo que ya era mi preferencia por ejercer el oficio de artista de la música. Con Wilfrido y los beduinos grabé mi primer tema, “El Camino de los Amantes”, que se convirtió en un éxito nacional. Al cerrar el club, Wilfrido formó su orquesta y yo inicié mi vida de trovador y solista. Al día de hoy recordamos cariños y noches obligadas de música, con un examen de aprendizaje al día siguiente. También recuerdo por esos días que debía llegar en silencio a la casa donde cuidábamos unos compañeros que eran buscados (por los servicios de inteligencia del régimen balaguerista).

¿Y qué me cuentas del Víctor Víctor rockero? ¿Todavía vive en ti esa onda?
¡Hombre, qué buenos tiempos! Decía que primero fui rockero, participé en varios grupos, pero me estabilicé con los exitosos muchachos de los Helter Skelter. Después de su disolución seguimos siendo amigos y escuchábamos rock. Años después nos inventamos el concierto de rock más famoso de aquella época (a principios de los ochenta): “Hace 20 años…”. Era una retrospectiva que arrancaba con la entrada triunfal de un Elvis Presley santiaguero, que enardecía las masas con ‘Tutti frutti’. Y por ahí seguía la música de los Beatles, Rolling Stone, Jimmy Hendrix, Led Zeppelin, y muchos más. A casa llena, en el anfiteatro de la UCMM de entonces, también repasábamos la intervención del rock mejicano de Los Supersónicos, Johnny Jets: una canción emblemática del grupo venezolano Los Claners (“Qué me has dado, que todo lo veo dorado”); y naturalmente, yo tocaba la batería. Nunca he dejado de escuchar el rock, sobre todo por la iconoclasia que transfiere, que no es un gran valor, pero te sirve para entender a los jóvenes, además de que no te deja regresar a los inicios con fundamentalismos. En la actualidad hago bachatas, escucho rock y canción de autor. Creo que un creador tiene que escuchar de todo y hacerlo con atención para saber dónde ‘pisas el acorde’. Quien escucha música y se deja llevar por sus caminos, aprende lo que no enseñan en la escuela: se te abre el corazón y quiere hablar, y será un ciudadano empoderado de sus derechos.


UN DISCO ESPECIAL: BACHATA ENTRE AMIGOS
Para celebrar sus 35 años de actividad musical, Víctor Víctor ha realizado una producción especial en la que interpreta los temas de sus amigos trovadores junto a ellos entregándonos un CD que ha titulado “Víctor Víctor, Bachata entre amigos”. En esta producción participan con canciones emblemáticas y como intérpretes: Joan Manuel Serrat, Victor Manuel, Joaquín Sabina, Pedro Guerra, Fito Páez, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Vicente Feliú, Carlos Varela, Rafael Solano, José Antonio Rodríguez, Manuel Jiménez, José Manuel Calderón y Luis Días. Este CD es idea y producción de Víctor Víctor, con arreglos de Juan Francisco Ordóñez e interpretado por La Vellonera.


Con tus composiciones has tenido mucho éxito nacional e internacional. ¿Eres millonario?
Tengo millones de amigos que escuchan mis canciones, el dinero no lo cuento ni me preocupa, sólo si me falta y salgo a buscarlo. Pero digamos que en un mundo de tantas necesidades soy millonario porque no me falta nada material de lo que quiero (y cada vez quiero menos cosas). También comparto la pobreza de esta sociedad-chatarra, en la que un pequeño grupo no deja ser feliz a la inmensa mayoría y le niega la oportunidad hasta de tener conocimientos. Los derechos de autor generan dinero, pero hay que recaudarlo y eso es tarea de las sociedades y editoras. Muchos colegas no dedican tiempo a conocer el mundo de los derechos que les corresponden. Se llevan más de titulares sensacionalistas que anuncian jugosos contratos, pero ‘casi todo para allá y muy poco para acá’, y se dejan engañar por los avivatos que se quedan con sus recaudaciones. La mayoría ignora sus derechos porque los pragmatistas que dirigen esta sociedad han hecho creer que el dinero es el principal valor, eje de nuestras vidas. Esos malos maestros han logrado que la gente no sepa como recaudar sus derechos y sueñe con los colores de las papeletas, pero olviden ser justos, ser libres, ser honrados, ser honestos, ser buenos padres y una cadena de atributos. Los derechos de autor son el ahorro de los compositores. No es más de ahí.



¿Crees que es posible un cambio que haga más justa y menos corrupta nuestra sociedad?
El PLD de Juan Bosch ha sido transformado en una cosa rara”

Las próximas campañas traerán más de lo mismo. Sólo que los gobernantes nuevos recibirán mucha más resistencia a su injusticia y corrupción. Mas, no soy ni optimista ni pesimista. Creo en el trabajo. Las sociedades cambian si los jóvenes se mueven. Son ellos los únicos capaces de lograr con sus luchas que se impongan nuevas formas. En consecuencia, a pesar de que la sociedad está preparada para recibir un gran cambio, de que las grandes mayorías lo esperan y ansían, a pesar de que empezamos a sentir los movimientos de jóvenes que quieren cambios estructurales y no remiendos funcionales, todavía el núcleo duro de estos jóvenes, su ‘inteligenttia’, no está preparada para explicar y dirigir el salto. Habrá pasos intermedios, por ejemplo, falta que los liberales desplacen a los conservadores y hagan el intento latinoamericanista. Luego sí, vendrá la revolución social, económica, política y cultural. Es cuestión de tiempo para que todos seamos felices. Aseguro que no veré la sociedad que quiero, pero ya miro derrumbarse la que no quiero.