Misión Arena


Por Narciso Isa Conde



De apellido Arena es una agente colombo-estadounidense encargada de precisar un plan para “aplastarme” -dicen sus autores/as- aquí o fuera del país.


En agosto y septiembre del 2008 ella contactó la Procuraduría para armar un expediente que posibilitara extraditarme a Colombia.


Trataron entonces de buscar vínculos económicos con las FARC y al no poder fabricarlos desistieron de eso y se concentraron en planear mi asesinato, lo que temporalmente quedó desactivado a raíz de nuestra denuncia y la reunión con el presidente Fernández /19-9-008.
Hace unos días denuncié la reactivación de ese plan e hice referencia a expresiones del presidente de la república sobre mi situación. Ya antes, a raíz del atropello a Lourdes, EEUU se había sumado a la acusación de “terrorismo” de parte del gobierno terrorista colombiano.
Arena es colombo-estadounidense y precisamente colombo-gringo es este plan criminal, reactivado en momentos en que se fortalece la alianza entre esos dos Estados terroristas para agredir las nuevas democracias del continente.


El golpe a Honduras es el punto de partida de una contraofensiva reaccionaria contra los gobiernos progresistas de la región, mientras Colombia hace de plataforma de bases militares gringas con esos fines.


Miss. Arena “trabaja” en la embajada estadounidense en este país y hace de enlace con la embajada colombiana a la vez de estrechar vínculos con el titular de la misma, el general Montoya (experto en masacre y guerra sucia), empeñado en trasladar sus diabluras a esta tierra dominicana.


El presidente Leonel Fernández se quedó corto al contarle a sus íntimos colaboradores lo que denuncié días atrás. La maquinación no se limita a un posible apresamiento por INTERPOL u otras agencias, o a intenciones de extradición y/o secuestro en el exterior.


La cosa es más grave. Ahora me entero de que la parte colombo-gringa tomó la decisión de “aplastarme” en el país e intentó ejecutarla procurando involucrar altas jerarquías represivas del Estado dominicano. Pero al llegar a ese punto, el “Plan Arena” fue contenido: la instancia criolla reflexionó, consultó y detuvo lo canalizado por esa vía.


Sesenta y seis años de vida -y de ellos más cincuenta de lucha sin dobleces- pesan demasiado en esta sociedad todavía profundamente herida e indignada por crímenes como el de las Hnas. Mirabal, Orlando Martínez, Amín Abel, Narcisazo y mucho/as otros/as.


Ayuda que esas altas “instancias” criollas comprendan que de colaborar o facilitar ese plan, sobre ellas caerán grandes culpas y reacciones posteriores.


Pero ayuda más aun que está sociedad y nuestros/as hermanos/as conozcan lo que se está “cocinando” y se preparen para enfrentarlo. Y no lo digo en interés de alarmar sin fundamento, tampoco por miedo. A este señor hace tiempo lo enterré en el patio de mi casa.


29-08-09, Santo Domingo.