Gregorio.
Por H. Galván
Email: triunfaremos@gmail.com
16 de agosto de 2009



Gregorio, tú que regresas en el nombre de los que cayeron, para caminar sólo y quizás apenado por éstas fechas a volver a verlo todo; tú que vienes a ver como sigue la bandera, las montañas, los niños que cuidaste y defendiste.

Tú que vienes, sin que nadie lo sepa, a sentarte en los bancos de las iglesias cuando nadie está rezando, y que asistes a les escuelas pauperizadas, no lo sigas pensando.

Ahora cuando vengas esta vez, no sigas Gregorio, contemplándolo todo y sufriendo el puñal traicionero que han sembrado en la espalda de la tierra por dos siglos.

Tráeme mejor esta vez tu machete amigo, amoladlo bien, porque hay mucha maleza humana que cortar; Para que su filo resplandezca e ilumine un poco, tanta oscuridad.





No vuelvas triste, aunque sé que tienes razones. Ven a cabalgar otra vez por la piel de estas cordilleras. Te encontrarás con los ríos secos, las montañas convertidas en canteras, erosionadas y sembradas de villas donde se refugian los que más tienen, muchos de ellos políticos y funcionarios que se han enriquecido con el dinero del pueblo.

Fájate a recorrer en motoconcho las sucias calles de las ciudades que una vez defendisteis y que ya no son pueblos si no reservas de hombres amontonados en espera.

Pero no cruces por las playas. No te dejarán, ahora pertenecen a otros, muchos de ellos extranjeros.


No vayas a los monumentos, te dolerá ver que están impregnados de un santanismo-trujillismo-balaguerismo chapucero, donde se mezclan mansos con cimarrones, héroes con villanos y fieles con traidores.

No vayas a los huecos actos oficiales a oír la fanfarria de la mentira, ve mejor a los hospitales, habla con los niños, cuéntales porque estás aquí otra vez y porque les defendiste, tú que fuiste hijo bastardo de una “cocola”, y que no tuviste niñez.



No leas los periódicos, no veas televisión. Sólo se acuerdan de ti y de los tuyos para pregonar que estas bien muerto.

Vuelve con tu machete, tráelo hoy, porque ahora más que nunca, los de siempre con diferentes nombres, intentan vender la patria, y arriar la tricolor, que preservaste.

Mejor, cuando vuelvas, hazte el muerto para que no exhiban tus retratos ni roben tu espada de las estatuas; metete en los mercados, párate a jugar dominó en las esquinas, montante en un cayuco y súbete en burro hasta los pueblos cafeteros.

Mézclate con el pueblo, ven a convencerlos otra vez; Enséñanos a usar el machete, aprende a usar la chilena, la gasolina, el internet. Métele velocidad y modernidad a tus ideales. Ayúdanos a organizarlo, a prenderlo como en aquella vez, para que de una forma consciente y disciplinada escriba su historia.

No podemos quedarnos sólo con el buen recuerdo, hoy más que nunca se necesita que se involucre el campesino, el obrero, la ama de casa, el chiripero, la maestra, el chofer de carro público, la artista plástica, el estudiante, y que se amarren fuertemente a la enseña tricolor para recuperarla, para limpiarla de “manchas y bochornos”.




Gregorio, tú que fuisteis pueblo, cuando regreses para estas fechas, quédate en el pueblo. Te necesitamos.