Esa mierda llamada premio Nobel de la paz
Pedro Conde Sturla
sábado, 10 de octubre de 2009, 08:51 a.m.

El premio Nobel de la paz es una cosa extraña. Se lo dieron al genocida Kissinger que dirigió personalmente los bombardeos contra las tierras labrantías y los campesinos de Cambodia en 1973, provocando un éxodo hacia las ciudades que la “revolución” del fanático Pol Pot trató de revertir con un baño de sangre apocalíptico.

Se lo dieron en I978 a otro judio llamado Menajen Beguin que era miembro del grupo terrorista Irgún que perpetró el atentado contra el Hotel Camp David (no el de Santiago) en el que murieron 84 oficiales ingleses y mucha gente que no cuenta en los datos estadísticos. (La red no es pródiga respecto a esos datos y cuando uno trata de copiar algo todo se niega, igual que cuando uno trata de mandar fotos de la masacre de Faluya, cuyos habitantes fueron cocinados con bombas de fósforo blanco por tropas del imperio).

Ahora le han dado el premio Nobel de la paz a Barack Obama, el flamante nuevo Tío Tom y presidente de los Estados Unidos que ha nombrado a un general y sicópata, el general Makristal (una especie de Pérez y Pérez elevado al cubo), al frente de las tropas de ocupación en Afganistán y ha desatado contra ese pobre país invencible que ha derrotado imperios una escalada militar que ha producido millares de muerte de civiles, incluyendo mujeres y niños. Alabado sea el premio Nobel de la paz y los genocidas, terroristas e imperialistas que lo han merecido.