Contra el olvido (Manifiesto en el dia de la Resistencia Indigena)

Desde el interior de las montañas.

Después de 500 años de olvidó y opresión, todavía caminamos descalzos los humildes
y dominados, por la tierra de esta Isla, surcada en archipiélago de paredes rocosas, de
montañas inmediatas y fronteras de mar.

Allá muy lejos en el tiempo y en distinta geografía, al genovés, se le ocurrió la idea de
cruzar medio mar, y toparse sin quererlo con medio mundo en pleno apogeo. Él lo dijo
bien, " en esta tierra encuentro hombres y mujeres mansos y de una extraordinaria
ingenuidad".

Destruida por la actitud hostil de los recién llegados, que le aplicaron, según ellos
mismo, la buena ley de la cristiandad.

Esos conquistadores españoles
Que llegaron desde España, por supuesto
Buscando oro y lo buscaron tanto
Como si les sirviese de alimento
Enarbolando a Cristo con su cruz
Los garrotazos fueron argumentos tan poderosos
Que los indios vivos se convirtieron pronto
En dominicanos muertos

Religión y Civilización, fueron las consignas levantadas, para hacer caminar despacio al
indio hacia el arroyo, a recoger las piedras. Malditas piedras ensangrentadas y serenas
que sirvieron para esclavizarnos hasta hoy. No fue una, sin miles, las heridas provocas
a su madre, la tierra, para de sus entraña extraer, piedra, que sin detenerse ante nada,
el recién llegando seguía devorando.

En este ir y venir, cayeron muchos, casi todos los hermanos de una sola madre, de una
sola isla. Pero aquí estamos descalzos como estaban ellos, descalzos pisando su tierra,
nuestra tierra la tierra de todos.

Pero antes queda nada, - y ahí es desagravio justo- la vergüenza y el honor tuvo
nombres valientes, de una lado Cayacoa, desde el otro Manicatex, más abajo esta
Anacaona, los valientes también, arriba Guarionex y bajo Bohechio. Pero la historia
contada del rebelde Caonabo, nos convoca esta tarde, Cacique sin par y con su propia
identidad. Un cacique descalzo, pero con mas dignidad que todos los ecopetados reyes
del ayer y de hoy.

Rebelde desde el inicio y rebelde hasta el final.

Gritamos todos juntos antes de finalizar, viva el pueblo, viva el mar, que juntos uno
sólo, todo podemos lograr.

¡Permanente es la resistencia!

¡Permanente es la memoria!

¡Fuera la colonizacion de nuestros espacios!