El fallecimiento de doña Altagracia viuda Del Orbe enluta a varias generaciones de dominicanos y dominicanas. Ella no solo fue la viuda de Justino José Del Orbe, un líder sindical que desafió la dictadura de Trujillo y junto a Mauricio Baéz organizó las huelgas exitosas de 1946 en los ingenios azucareros del Este.

Ella también fue parte de la resistencia anti trujillista; ella también fue activista del Partido Socialista Popular; exiliada que recorrió las Antillas organizando y apoyando a los que se preparaban en Cuba para derribar al tirano. A su regreso siguió militando en el PSP, luego Partido Comunista Dominicano (PCD); también se integró en la Federación de Mujeres Dominicanas y luego en el Comité por la Unidad y Derechos de la Mujer (CUDEM).

La recuerdo en las reuniones, asambleas y congresos del Partido; la recuerdo en las brigadas de venta del periódico Hablan los Comunistas, ya con 70 años y nosotros con 20 y tantos; su resistencia nos retaba y ponía entredicho nuestras debilidades.

Siempre vivió en la estrechez, nunca tuvo abundancia, que no fuera de patriotismo, de carácter y de firmeza revolucionaria. Ella formó parte de ese grupo selecto de hombres y mujeres cuya influencia humanista y ética marcó a mi generación y me marcó personalmente, me refiero a su propio esposo Justino Del Orbe, a Tulio H. Arvelo, a Orlando Martínez, a Julián Peña, a Manolo González, a Doña Contreras, a Josefina Padilla, y muchos otros y otras, héroes y heroinas civiles.

Cuánta grandeza y cuánta humildad.

Su ejemplo debe ser rescatado del olvido, porque si todavía somos y tenemos esperanza de ser lo que aspiramos ser como pueblo, se lo debemos a heroínas como Doña Altagracia

!Paz a sus restos!

Faustino Collado