2 7 d e F e b r e r o 2 0 1 0

Debemos recrearnos en los siguientes pensamientos:

“Ser justo es lo primero, si queremos ser felices”

Juan Pablo Duarte — 1844

“No hay patria, donde no hay civismo”

Gregorio Luperón — 1863

Se pueden dejar atrás las miradas prisioneras de la desconfianza y la resignación… Se puede dejar de ser solo espectador y luchar por crear una sociedad inclusiva, solidaria que reivindique el amor por la patria.

Se requiere que instrumentemos nuestra misión política en los principios del espíritu, manteniendo apertura hacia la emersión de un liderazgo práctico y orgánico a los fines de propulsar la formación de ciudadanos trascendentes. Organizar los elementos relevantes de nuestra cultura, pensando en lo que será este país en el futuro, y así demarcar lo que hay de común entre otras naciones y la nuestra. Incluir en la visión de progreso, planteamientos mancomunados sobre las políticas de frontera con el hermano pueblo de Haití y con el resto del mundo… Definir hacia dónde dirigirnos como sociedad, identificando la participación del sujeto en la estructura del desarrollo, escudriñando nuestra realidad étnica y revalorizando el patriotismo dominicano.

Debemos sentir la fuerza que tendremos en la posteridad, a partir de una NUEVA JORNADA TRINITARIA. Que no importe si nuestros ojos no alcanzan a ver los frutos. Lo valioso es, reanimar un nuevo esfuerzo para el futuro de La República. Los demás podrán disfrutar de esta unificación. Así lo esperan nuestras familias, para que también se refleje en todo nuestro entorno y pueda el dominicano promoverse como un individuo sin temores, para besar nuevamente las palabras sacramentales del “Juramento Trinitario”: ¡DIOS, PATRIA Y LIBERTAD!

“De la civilidad de la Patria, todos somos irremediablemente compromisarios”

Humberto Peralta Germán

Director CURSA – UASD Santiago